Primer modelo para predecir en fases iniciales la progresión a largo plazo de la esclerosis múltiple

Artículo revisado por nuestra redacción
La esclerosis múltiple es una enfermedad crónica, autoinmune e inflamatoria que afecta al sistema nervioso central, caracterizándose por lesiones desmielinizantes (placas) y daño axonal, lo que dificulta o bloquea la conducción de los impulsos nerviosos.
Puede manifestarse con síntomas diversos, como alteraciones motoras, sensoriales, visuales, fatiga y problemas cognitivos.
Según datos de finales de 2024 de la Sociedad Española de Neurología (SEN), esta patología afecta principalmente a adultos jóvenes entre los 20 y 40 años, con mayor incidencia en mujeres y es, tras los traumatismos craneoencefálicos, la segunda causa de discapacidad neurológica en adultos jóvenes en España. Es, por lo tanto, una enfermedad grave que tiene asociada una alta carga socioeconómica en nuestro país.
La buena noticia es que el uso de terapias modificadas de la enfermedad desde mediados de los años noventa ha logrado resultados significativos en la ralentización de la progresión de la patología.
“Sin embargo, este tipo de terapias son caras y con potenciales efectos adversos significativos, por lo que hay que ser muy cuidadosos a la hora de prescribir el tratamiento farmacológico más adecuado en cada caso para evitar gastos económicos y efectos secundarios innecesarios”, contextualizó para Univadis España la Dra. Carmen Tur, neuróloga del Hospital Universitario Vall d'Hebron de Barcelona e investigadora del Vall d'Hebron Institut de Recerca (VHIR) y del Centro de Esclerosis Múltiple de Catalunya (Cemcat).
Por ello, poder predecir de forma precoz la progresión a largo plazo de la esclerosis múltiple desde el mismo momento de su diagnóstico sería de gran utilidad para los neurólogos a la hora de decidir cuál sería el tratamiento más adecuado para cada paciente.
Con este objetivo, investigadores del VHIR y del Cemcat han desarrollado la primera herramienta clínica capaz de predecir la progresión de la esclerosis múltiple partiendo del brote inicial indicativo de enfermedad desmielinizante, que suele ser el primer signo de la enfermedad.
Como resultado de este trabajo, publicado recientemente en la revista The Lancet Regional Health - Europe, se diseñó la herramienta Barcelona - Baseline Risk Score (Barcelona - BRS), un modelo que incorpora una serie de variables biológicas y clínicas para clasificar a cada paciente según su probabilidad de desarrollar una discapacidad moderada a largo plazo.
El modelo ha sido validado mediante un análisis retrospectivo que incluyó datos longitudinales de 1.074 pacientes del Cemcat (737 mujeres, edad media 31,7 años) con un primer episodio desmielinizante sugestivo de esclerosis múltiple antes de los 50 años de edad registrado entre 1994 y 2024.
Estos individuos fueron seguidos durante, de media, 11,9 años. Los resultados obtenidos fueron validados externamente con datos de 139 pacientes pertenecientes a la base de datos longitudinal MS PATHS que también sufrieron un primer episodio desmielinizante sugestivo de esclerosis múltiple antes de los 50 años.
El modelo Barcelona - BRS
La operativa de este nuevo modelo para predecir de forma temprana la progresión a largo plazo de la esclerosis múltiple es dividir a los pacientes en cuatro grupos de riesgo en función de datos como la edad, el sexo y la localización de las lesiones iniciales observadas en las imágenes tomadas por resonancia magnética con secuencias 3D T2-Flair para detectar lesiones inflamatorias y 3D T1-weighted para visualizar lesiones crónicas o áreas de atrofia, que son esenciales para comprender la progresión de la enfermedad.
Las categorías de riesgo, representadas por colores, son verde claro (la más favorable, que indica la progresión más leve), verde oscuro, naranja y rojo (la progresión más grave).
Los resultados muestran claras diferencias entre los grupos: mientras que solamente el 3,5 % de los pacientes del grupo verde claro alcanzaron un nivel significativo de discapacidad (grado 3 en la escala de discapacidad Expanded Disability Status Scale [EDSS]) a lo largo de los años, esta cifra aumentó hasta el 44 % en el grupo rojo.
Además, los pacientes de alto riesgo tenían más lesiones cerebrales y evaluaciones más bajas en las pruebas de calidad de vida relacionadas con la salud y la función cognitiva.
Factores clave para predecir la progresión de la enfermedadEl modelo Barcelona-BRS ha identificado varios factores claves que influyen en la progresión de la enfermedad. En palabras de la Dra. Tur, “las variables asociadas a un peor pronóstico desde el momento del diagnóstico son ser hombre, tener una mayor edad en el momento en que se produjo el primer brote, la afectación medular y la presencia de lesiones visibles en la resonancia magnética”.
Por ejemplo, es necesario reforzar las pruebas iniciales, conocidas como “diagnóstico diferencial”, para confirmar el diagnóstico de esclerosis múltiple en algunos individuos del grupo verde claro, “ya que ha habido casos en los que posteriormente se ha descubierto que los pacientes padecían otras afecciones con características similares y, por tanto, requerían un enfoque terapéutico diferente”, continuaron explicando los investigadores de VHIR y Cemcat.
También sería recomendable incluir en el modelo datos de biomarcadores de laboratorio o de resonancia magnética como los neurofilamentos de cadena ligera (NfL), la proteína glial fibrilar ácida (GFAP), o las lesiones de expansión lenta (SELs). La lista completa de los conflictos de interés declarados por parte de los autores de este trabajo puede encontrarse en la publicación original .
Fuente:
Univadis
Palabras clave: esclerosis múltiple, fases iniciales, primer modelo