El insomnio se asocia con el envejecimiento cerebral acelerado

Artículo revisado por nuestra redacción
Las personas con insomnio crónico pueden experimentar deterioros más rápidos en la memoria y las habilidades de pensamiento a medida que envejecen, junto con cambios cerebrales que pueden verse en exploraciones por imágenes, que las personas que no tienen insomnio crónico, según un estudio de la Clínica Mayo en Rochester (Estados Unidos).
El trabajo se publica en 'Neurology', la revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología.
El estudio reveló que las personas con insomnio crónico (dificultad para dormir al menos tres días a la semana durante tres meses o más) tenían un 40% más de riesgo de desarrollar deterioro cognitivo leve o demencia que quienes no padecían insomnio, lo que equivale a 3,5 años adicionales de envejecimiento. El estudio no demuestra que el insomnio cause envejecimiento cerebral, solo muestra una asociación.
"El insomnio no solo afecta cómo te sientes al día siguiente, sino que también puede afectar tu salud cerebral con el tiempo", acuña el autor del estudio, el doctor Diego Z. Carvalho, de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota, y miembro de la Academia Americana de Neurología.
"Observamos un deterioro más rápido de las habilidades de pensamiento y cambios en el cerebro que sugieren que el insomnio crónico podría ser una señal de alerta temprana o incluso un factor contribuyente a futuros problemas cognitivos".
El estudio monitoreó a un grupo de adultos mayores cognitivamente sanos (2.750 personas con una edad promedio de 70 años) durante un promedio de 5,6 años. El 16% de los participantes padecía insomnio crónico.
Al inicio del estudio, se preguntó a los participantes si habían dormido más o menos de lo habitual durante las dos últimas semanas. También se les realizaron pruebas anuales de pensamiento y memoria, y algunos se sometieron a escáneres cerebrales para detectar hiperintensidades en la sustancia blanca (áreas donde la microvasculopatía puede haber dañado el tejido cerebral) y placas amiloides, una proteína que puede acumularse y está relacionada con la enfermedad de Alzheimer.
Durante el estudio, el 14% de las personas con insomnio crónico desarrollaron deterioro cognitivo leve o demencia, en comparación con el 10% de los que no tenían insomnio.
Tras considerar factores como la edad, la hipertensión, el uso de somníferos y el diagnóstico de apnea del sueño, descubrieron que las personas con insomnio tenían un 40% más de probabilidades de desarrollar deterioro cognitivo leve o demencia que quienes no lo padecían. También presentaban deterioros más rápidos en pruebas que medían diferentes habilidades de pensamiento.
Entre las personas con insomnio, los investigadores determinaron el tipo: aquellos que habían dormido menos de lo habitual en las últimas dos semanas; o aquellos que habían dormido más de lo habitual en las últimas dos semanas.
Las personas que informaron dormir menos de lo habitual tenían mayor probabilidad de obtener puntuaciones más bajas en las pruebas cognitivas al inicio del estudio, comparables a tener cuatro años más.
También presentaban más hiperintensidades en la sustancia blanca y placas amiloides. En el caso de la amiloide, el efecto fue similar al observado en personas con el gen APOE e4, un factor de riesgo genético conocido.
Por otro lado, las personas que informaron dormir más de lo habitual tenían más probabilidades de tener menos hiperintensidades de sustancia blanca al comienzo del estudio.
Algunos grupos fueron especialmente vulnerables. Los participantes portadores del gen APOE e4, vinculado a un mayor riesgo de Alzheimer, mostraron deterioros más pronunciados en la memoria y las habilidades de pensamiento.
"Nuestros resultados sugieren que el insomnio puede afectar al cerebro de diferentes maneras, involucrando no solo las placas amiloides, sino también los pequeños vasos sanguíneos que irrigan el cerebro", afirma Carvalho.
"Esto refuerza la importancia de tratar el insomnio crónico, no solo para mejorar la calidad del sueño, sino también para proteger la salud cerebral a medida que envejecemos. Nuestros resultados también refuerzan la creciente evidencia de que dormir no se trata solo de descansar, sino también de fortalecer la resiliencia cerebral".
Una limitación del estudio fue que los diagnósticos de insomnio provenían de registros médicos, que no capturan casos no diagnosticados ni reflejan la gravedad de los síntomas.
Fuente:
Europa Press
Palabras clave: insomnio, envejecimiento, cerebro