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El manejo de la apnea obstructiva del sueño es un reto porque hay muchísimos pacientes para estudiar



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Noticia | Fecha de publicación: 16/06/2025
Artículo revisado por nuestra redacción

 


La Sociedad Catalana de Neumología ha demostrado que la apnea obstructiva del sueño (AOS) presenta distintos fenotipos en mujeres, lo que exige un enfoque diagnóstico y terapéutico personalizado. Esta enfermedad, que interrumpe la respiración durante el sueño, afecta también a mujeres con consecuencias graves como somnolencia crónica y riesgo cardiovascular, aunque con síntomas a veces menos evidentes que en los hombres.


La Sociedad Catalana de Neumología (SOCAP) advierte que la apnea obstructiva del sueño (AOS) tiene características diferentes en las mujeres respecto a los hombres y, por lo tanto, requiere un tratamiento personalizado. Así se desprende de un estudio publicado recientemente, que ha demostrado que en la población atendida en su centro existen cuatro fenotipos distintos en las mujeres que padecen AOS.



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La AOS es un trastorno del sueño que se caracteriza por una interrupción repetida de la respiración durante el sueño, debido a una obstrucción de la vía aérea que ocurre por diferentes causas. Esta interrupción de la respiración en la que el paciente no inhala aire durante unos segundos se denomina apnea (ausencia de aire) y puede provocar micro despertares, que impiden a la persona descansar mientras duerme y que inducen somnolencia diurna.


La apnea obstructiva del sueño es una patología muy frecuente, que se produce por la oclusión de la vía aérea superior, de la faringe, durante el sueño. Estas obstrucciones repetidas dan lugar a una serie de consecuencias que, básicamente, se resumen en dos grupos, según Carme Monasterio Ponsa, jefa de Sección de la Unidad del Sueño del Servicio de Neumología del Hospital de Bellvitge y presidenta saliente de la Societat Catalana de Pneumologia (SOCAP). 


"Uno de los principales problemas es la sintomatología derivada de la alteración del sueño. Estas pausas respiratorias provocan microdespertares —en su mayoría inconscientes— que interrumpen el ciclo normal del sueño. Como consecuencia, este se vuelve fragmentado y de mala calidad, afectando significativamente el descanso del paciente.


"Al no dormir bien, tales pacientes tienen una somnolencia que puede ser leve, muy grave o invalidante, y también otros síntomas como alteraciones de la memoria, de la capacidad de concentración, del estado de humor e, incluso, irritabilidad, entre otros. 


"De alguna manera, todas las consecuencias de no dormir bien que alguna vez todos hemos experimentado, pero que ellos tienen de manera crónica", comenta.


La otra dimensión del problema es que, al tener estos despertares, el sueño pierde su función reparadora. El organismo no logra un descanso efectivo y permanece en un estado de activación fisiológica.


Esta alteración, sumada a las desaturaciones de oxígeno que acompañan a las apneas, incrementa significativamente el riesgo cardiovascular del paciente.


Asimismo, destaca la experta, la AOS es una enfermedad muy frecuente, cuya incidencia está aumentando. Los estudios más recientes sobre la prevalencia del síndrome de apnea del sueño en la población general señalan cifras notablemente elevadas: hasta un 22 % en mujeres y un 27 % en hombres, cuando se considera únicamente el índice de apneas por hora como criterio diagnóstico. "Sin embargo, cuando se añade, además, que haya sintomatología, los porcentajes descienden, aunque siguen siendo altos: en torno a un 6 % en hombres, y un 4 % en mujeres.


Cifras que podrían ser incluso mayores", apunta.Según Monasterio Ponsa, el aumento de los casos de AOS está estrechamente vinculado al contexto actual de pandemia de obesidad. A medida que la prevalencia de la obesidad crece, también lo hace, de forma paralela, la incidencia de la AOS, dada la estrecha relación entre ambas.


Con la mirada en las mujeres


Tradicionalmente, se ha considerado la AOS como un trastorno que afecta, sobre todo, a los hombres, aunque recientes estudios han evidenciado que también tiene un importante impacto en las mujeres.


Así, los estudios que se habían realizado hasta hace poco estaban basados en cohortes con un predominio de los hombres de mediana edad o mayores, por lo que no reflejaban adecuadamente la complejidad y diversidad de cómo se manifiesta la AOS en mujeres.


Ahora, un reciente estudio, publicado en Sleep Medicine y llevado a cabo por el Servicio de Neumología del Hospital Universitario de Bellvitge, miembros del IDIBELL e investigadores de la SOCAP, ha analizado una extensa cohorte exclusivamente femenina de 1.886 pacientes con AOS.


"Actualmente contamos con herramientas de análisis basadas en Big Data, que permiten estudiar múltiples variables en cohortes amplias de pacientes. En uno de estos estudios, nos centramos en los síntomas y comorbilidades en una muestra de casi 2.000 mujeres", explica la experta, quien remarca que, hasta la fecha, la representación femenina en este tipo de investigaciones ha sido históricamente muy limitada.


El análisis permitió concluir que, en las mujeres, la AOS no se manifiesta de forma homogénea. Por el contrario, se identificaron cuatro fenotipos clínicos diferenciados, lo que pone de relieve la heterogeneidad en la presentación de la enfermedad en población femenina.


En nuestra población, el grupo más frecuente fue aquel con sintomatología típica, similar al patrón observado en varones. Se trata de mujeres con una apnea del sueño bastante grave, que presentan todos los síntomas clásicos de la enfermedad, incluida una somnolencia diurna marcada e incapacitante.


Además, se identificaron otros fenotipos, ya descritos en estudios previos realizados tanto en poblaciones masculinas como mixtas. En este caso, se trata de mujeres de mayor edad, con una apnea del sueño de gran severidad y una importante afectación cardiovascular, pero con una sintomatología clínica escasa o incluso ausente.


Otro grupo está conformado por mujeres más jóvenes, sin enfermedad cardiovascular y con escasa o nula sintomatología. Finalmente, el cuarto grupo corresponde a aquel que tradicionalmente se ha considerado el patrón clínico más frecuente en mujeres: pacientes con síntomas atípicos, sin somnolencia diurna, pero con cansancio, síntomas depresivos e insomnio. En nuestra población, este fenotipo está presente, aunque con una frecuencia menor.


 "El primer mensaje de nuestro estudio es que las mujeres no tienen siempre una clínica atípica, sino que tienen una diversidad de presentación de la enfermedad igual que cuando miramos también los hombres, y que en nuestra población el grupo más abundante es la clínica clásica de la apnea del sueño, con una importante somnolencia y repercusión", comenta al respecto Monasterio Ponsa.


Para la experta, resulta fundamental realizar estudios centrados específicamente en mujeres, ya que gran parte de la investigación existente sobre la apnea del sueño se ha llevado a cabo en poblaciones mayoritariamente masculinas. Como consecuencia, muchas de las conclusiones sobre el abordaje diagnóstico y terapéutico de la enfermedad provienen de datos que no reflejan adecuadamente la realidad clínica femenina.


Esto podría estar dificultando la correcta identificación de las manifestaciones específicas en mujeres, así como la elección del tratamiento más adecuado para este grupo.


"La AOS se ha considerado un trastorno que afecta sobre todo a hombres, pero recientes estudios han evidenciado el importante impacto en mujeres""


En la apnea del sueño, igual que en muchas otras patologías, la tendencia actual es ir hacia la medicina personalizada", explica, y así lo razona: "No todos los pacientes con apnea del sueño son iguales, ni en gravedad, ni en forma de presentación, ni en consecuencias y, por tanto, no hay que tratarlos a todos igual. En ello estamos los últimos años, y hay un gap claro, el abordaje dirigido a las mujeres".


De este modo, el objetivo no es únicamente diferenciar entre hombres y mujeres, sino también profundizar en las distintas causas y mecanismos de la enfermedad en ambos sexos.


Además de la obesidad, apunta Monasterio Ponsa, "hay otros factores que no se conocen bien: la predisposición genética, los endotipos de la enfermedad, las bases fisiológicas, las formas de presentación clínica y sus consecuencias, tanto a nivel de clínica como de los diferentes ámbitos de consecuencias cardiovasculares. Unos pacientes tienen más riesgo de desarrollar hipertensión, otros arritmias o de enfermedad cardiaca, entre otros".


Para la doctora, además del reto que supone la medicina personalizada, las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial aportan avances significativos en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de la apnea del sueño, una enfermedad crónica.


 "El manejo de esta enfermedad representa un desafío debido al gran número de pacientes que existen para estudiar; para tratar de forma personalizada y correcta, y para realizar un seguimiento a largo plazo", apunta.


Los tratamientos actuales de la AOS


El tratamiento más eficaz hoy en día sigue siendo el tratamiento con CPAP nasal, un compresor, que da aire a una presión continua, y se aplica a través de una mascarilla nasal o nasobucal, y el paciente duerme toda la noche con este tratamiento. Aunque no es curativo, es un tratamiento que controla muy bien la enfermedad, pero "hay que hacerlo cada noche durante toda la vida si no se obtiene otra manera de curar la enfermedad". Aunque es el más usado y eficaz, tiene, entre sus principales desventajas, la adherencia al tratamiento a largo plazo.


Otras opciones de tratamiento pasan por abordar el origen del problema, especialmente cuando la obesidad está presente. En este contexto, las dietas intensivas de pérdida de peso se han demostrado eficaces. 


"Hoy en día, los nuevos fármacos para la obesidad ofrecen resultados prometedores en la pérdida de peso. Además, la cirugía bariátrica, indicada en los casos de obesidad extrema, ha demostrado que un 80 % de los pacientes que se operan y pierden peso curan su apnea del sueño, lo que subraya la importancia de estas estrategias en el manejo integral de la enfermedad.


"La experta señala también otros tratamientos alternativos, como los dispositivos de avance mandibular, que realizan dentistas expertos en patología del sueño. En cuanto a las técnicas quirúrgicas, que "en pediatría dan muy buen resultado, en los adultos hay que seleccionar muy bien que realmente haya una alteración susceptible de mejoría". "También en algunos casos seleccionados, la cirugía maxilomandibular o maxilofacial puede mejorar la apnea del sueño", finaliza.


 



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Palabras clave: apnea, sueño, pacientes

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