¿Está Internet perjudicando más que beneficiando la salud mental infantil?

Artículo revisado por nuestra redacción
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Hoy en día, la presencia de internet en la vida de los niños es innegable. Educación, entretenimiento y socialización: todo lo que hacen los niños se realiza principalmente en una pantalla.
Si bien ha abierto muchas puertas, esto también ha generado nuevos motivos de preocupación: ¿el uso de internet perjudica más que beneficia la salud mental infantil?
Ventajas que no se pueden ignorar
Antes de que analicemos los efectos negativos, es justo destacar los positivos. Internet ha permitido el acceso a información ilimitada, materiales de aprendizaje interactivos y plataformas para la expresión creativa.
Aplicaciones como YouTube Kids, educativas y juegos de rompecabezas, pueden estimular las facultades mentales, incluso a una edad temprana.
Además, para muchos niños, especialmente aquellos con discapacidades físicas o sociales, la conectividad es una oportunidad para abrirse al mundo.Pueden encontrar comunidades donde se sienten aceptados, aprenden a su propio ritmo y se comunican de maneras que tal vez no estarían disponibles en la interacción presencial.
El lado oscuro de la conexión constante
El acceso ilimitado, sin embargo, también ha puesto a los niños en riesgo de sufrir daños emocionales significativos.
Estudios recientes vinculan el uso excesivo de internet con un aumento de síntomas de depresión, ansiedad y baja autoestima en los jóvenes.
Las redes sociales, en particular, fomentan culturas de comparación ilimitada, afirmación externa y competencia por alcanzar un ideal fantaseado.
La exposición excesiva de los niños al contenido, a menudo inapropiado para sus edades, también afecta las percepciones del mundo, sus relaciones y autoestima.
La violencia, la hipersexualización y los estereotipos de la mayoría de los sitios tienen consecuencias insidiosas, pero que resultan completamente reales.
Señales de alerta para la salud mental infantil
Padres, maestros y cuidadores debemos estar siempre atentos a las señales que podrían indicar que el uso de internet está afectando negativamente el bienestar emocional de un niño.
Algunas de las más comunes son:
● Irritabilidad repentina o cambios de humor.
● Aislamiento de personas fuera del mundo cibernético.
● Dificultad para dormir o concentrarse.
● Fijación en las redes sociales o los videojuegos.
● Evitar actividades que antes disfrutaba.
El impacto en el desarrollo emocional
Las mentes de los niños necesitan experiencias del mundo real y contacto con otras personas para desarrollarse adecuadamente.
Si permitimos un uso excesivo de internet, este puede terminar por interferir con estas experiencias.
A la par, veremos reducida la empatía de los niños, un menor autocontrol emocional y limitaciones en el contacto cara a cara.
Al mismo tiempo, la necesidad constante de estimulación rápida que ofrece el contenido de internet puede afectar la tolerancia de los pequeños a la frustración, además de generar resistencia a la atención y limitar la creatividad espontánea.
El importante papel de los adultosEn este contexto, no se trata de demonizar internet, sino de enseñar a los niños a usarlo
con criterio y equilibrio.
Los adultos tenemos un papel fundamental como facilitadores, estableciendo límites y guiando a nuestros hijos en su vida en línea.
Algunos consejos útiles con los que podremos lograrlo son:
● Establecer horarios estrictos para el uso de dispositivos tecnológicos.
● Ver contenido en línea con los niños y conversar sobre lo que ven en las plataformas.
● Usar software de control parental, cumplimiento de horarios y una VPN (pulse aquí para leer más).
● Establecer tiempos sin pantallas como durante las comidas o a la hora de dormir.
● Priorizar las actividades fuera de línea como deportes, juegos físicos, lectura o
dibujo.
¿Qué hacer si vemos que Internet les afecta?
Si notamos que nuestro hijo o hija está triste, ansioso o irritable después de usar mucho Internet, es importante actuar.
Primero, hablemos con él o ella con calma, sin juzgar. Preguntémosle cómo se siente y qué cosas le preocupan en línea.
También es crucial informarle sobre los peligros de Internet: la violencia, las estafas, las personas que se hacen pasar por otros, etc., para que estén bien informados y puedan protegerse.
Después, establezcamos límites de tiempo para usar el móvil, la tableta o la computadora.
Animémosle a hacer otras actividades que les gusten, como jugar al aire libre, leer o pasar tiempo con amigos y familia.
Si la situación no mejora, es important buscar ayuda profesional de un psicólogo o terapeuta. ¡Es importante cuidar su bienestar!
Conclusión: El uso consciente es clave
Internet es una fuerza poderosa con la que podemos enriquecer la infancia de nuestros niños si la usamos de forma adecuada y equilibrada.
La clave yace en no convertirlo en un sustituto de la vida diaria ni como una fuente constante para manejar la ansiedad.
Los niños necesitan ser guiados, supervisados y se les debe hablar para que puedan navegar por este mundo electrónico sin perjudicar su salud mental.
Palabras clave: el uso de internet en los niños