Estimulación magnética transcraneal para el tratamiento de la depresión en la tercera edad

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Autor/autores: Valiengo, Leandro ; Richinho, Valeria
Artículo revisado por nuestra redacción
Propósito de la revisión La depresión en la vejez (LLD, por sus siglas en inglés) es una condición altamente prevalente y con frecuencia subdiagnosticada en adultos mayores. Está asociada con una amplia gama de consecuencias negativas, que incluyen deterioro cognitivo, limitaciones funcionales, aumento de la fragilidad médica y una peor calidad de ...
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Propósito de la revisión
La depresión en la vejez (LLD, por sus siglas en inglés) es una condición altamente prevalente y con frecuencia subdiagnosticada en adultos mayores. Está asociada con una amplia gama de consecuencias negativas, que incluyen deterioro cognitivo, limitaciones funcionales, aumento de la fragilidad médica y una peor calidad de vida. Los tratamientos convencionales —principalmente farmacológicos— suelen tener una eficacia limitada en esta población, además de un perfil de efectos secundarios más problemático debido a la polimedicación y a la mayor vulnerabilidad fisiológica de los adultos mayores. Ante este panorama, existe una creciente necesidad de alternativas seguras, eficaces y no farmacológicas. Dentro de estas, la estimulación magnética transcraneal (TMS) ha emergido como una opción prometedora.
Hallazgos recientes
La evidencia proveniente de ensayos clínicos aleatorizados y metaanálisis recientes respalda que la TMS es eficaz y bien tolerada en adultos mayores, incluso en aquellos con resistencia al tratamiento farmacológico. Se ha demostrado que ciertas adaptaciones en los protocolos, como el incremento en la intensidad de la estimulación, el uso de theta burst stimulation (TBS) o la TMS profunda, mejoran los resultados clínicos en este grupo etario.
Además, los hallazgos sugieren que la TMS no solo reduce los síntomas depresivos, sino que también puede aportar beneficios cognitivos, en contraste con algunos antidepresivos que a menudo deterioran funciones como la memoria o la atención. Otro aspecto clave es que la TMS muestra menos efectos adversos sistémicos, lo que resulta particularmente valioso en pacientes polimedicados o con alto riesgo de interacciones farmacológicas.
No obstante, persisten barreras importantes para su implementación clínica. Entre ellas se encuentran la accesibilidad limitada, los altos costos asociados a los equipos y a la infraestructura necesaria, así como las restricciones de cobertura por parte de aseguradoras. A esto se suman las dificultades logísticas, como la necesidad de acudir con frecuencia a centros especializados para recibir el tratamiento.
Resumen
En conjunto, la evidencia sugiere que la TMS representa una alternativa terapéutica valiosa para la depresión en la vejez, especialmente en pacientes intolerantes a los fármacos o con alto riesgo de efectos adversos. Aunque su eficacia y seguridad ya cuentan con respaldo científico, es imprescindible avanzar en la optimización de protocolos, en la identificación de predictores de respuesta y en la evaluación de resultados a largo plazo. Superar las barreras de acceso y financiamiento será fundamental para que esta intervención pueda integrarse de manera rutinaria en la práctica clínica y, en consecuencia, contribuir a reducir el elevado impacto de la LLD en la salud pública.
Resumen modificado por Cibermedicina
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