La frecuencia de consumo de cannabis se asocia con la desregulación emocional entre personas que reciben terapia con opioides a largo plazo para el dolor crónico

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Autor/autores: Joao P. De Aquino , Gabriel P.A. Costa, Julio C. Nunes...(et.al)
Artículo revisado por nuestra redacción
Antecedentes Con los cambios legislativos y las actitudes sociales hacia el cannabis en Estados Unidos, cada vez más personas bajo terapia crónica con opioides (LTOT, por sus siglas en inglés) para el dolor crónico recurren al cannabis, ya sea con la intención de aliviar el dolor o de reducir el consumo de opioides. Sin embargo, el cannabis también podr&i...
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Antecedentes
Con los cambios legislativos y las actitudes sociales hacia el cannabis en Estados Unidos, cada vez más personas bajo terapia crónica con opioides (LTOT, por sus siglas en inglés) para el dolor crónico recurren al cannabis, ya sea con la intención de aliviar el dolor o de reducir el consumo de opioides. Sin embargo, el cannabis también podría emplearse como estrategia compensatoria frente a dificultades en la regulación emocional, un aspecto poco explorado en esta población.
El presente estudio tuvo como objetivo examinar si las deficiencias en la capacidad de regulación emocional, medidas a través de índices psicofisiológicos, se asocian con un uso más frecuente de cannabis en pacientes con dolor crónico en tratamiento prolongado con opioides.
Métodos
Se analizaron datos de 104 participantes (edad media = 51. 12 años; 68. 35% mujeres; 88. 46% de etnia blanca) en LTOT para dolor crónico. La frecuencia de uso de cannabis se cuantificó según los días de consumo en los últimos 90 días. La capacidad de regulación emocional se evaluó mediante dos indicadores psicofisiológicos durante la visualización pasiva o la revalorización cognitiva de estímulos negativos: Respuesta de conductancia dérmica (SCR). Electromiografía del corrugador (fEMG). La severidad del dolor se midió con el Brief Pain Inventory.
Resultados
Una menor reducción en las respuestas SCR (β = -0. 018, p < 0. 001) y en la actividad fEMG del corrugador (β = -9. 59, p < 0. 001), indicadores de déficits en regulación emocional, se asoció con un mayor número de días de consumo de cannabis. En contraste, la severidad del dolor no mostró asociación significativa con la frecuencia de consumo de cannabis (β = 0. 026, p = 0. 370).
Conclusiones
Los resultados sugieren que las dificultades en la regulación emocional representan un endofenotipo clave vinculado con un consumo más frecuente de cannabis en pacientes con dolor crónico bajo LTOT, incluso más relevante que la severidad del dolor. Esto respalda la idea de que el cannabis, en este contexto, podría utilizarse principalmente para modular procesos afectivos más que para tratar el dolor en sí mismo.
En consecuencia, las intervenciones que fortalezcan la regulación emocional —como terapias basadas en la revalorización cognitiva, mindfulness o estrategias de manejo del afecto— podrían constituir una vía prometedora para reducir el consumo problemático de cannabis en esta población clínica.
Resumen modificado por Cibermedicina
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