Opiáceos, anfetaminas y cannabis: las drogas que más conllevan tratamiento en el mundo

Artículo revisado por nuestra redacción
Los opiáceos, las anfetaminas y el cannabis fueron las principales sustancias que motivaron ingresos a tratamientos de rehabilitación a nivel mundial en 2023. Los opiáceos encabezaron la lista, representando el 33,29 % de los casos, lo que refleja su profundo impacto en la salud pública global. Les siguieron las anfetaminas (19 %) y el cannabis (18,03 %), consolidándose como las drogas más prevalentes entre quienes buscan ayuda profesional.
La cocaína también tuvo una presencia significativa, al ser responsable del 10,11 % de los ingresos. En contraste, otras sustancias como los sedantes, disolventes, alucinógenos y las nuevas sustancias psicoactivas tuvieron una incidencia mucho menor, acumulando en conjunto menos del 2%. Además, un 16,16% de los tratamientos se atribuyeron a drogas no especificadas.
Estos datos, proporcionados por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), ponen de relieve los desafíos que enfrentan los sistemas de salud ante el consumo problemático de sustancias a nivel global.
Cuatro drogas concentran la gran mayoría de los tratamientos por consumo
Los datos muestran que cuatro sustancias —opiáceos, anfetaminas, cannabis y cocaína— concentran cerca del 80 % de los tratamientos por consumo de drogas a nivel global. Esta distribución revela una marcada concentración en un número reducido de drogas, mientras que el resto representa una proporción significativamente menor dentro del total de ingresos.
La información sugiere que, a pesar de la diversidad de drogas disponibles en el mercado, la gran mayoría de los casos que requieren intervención profesional se asocia de forma recurrente con este mismo grupo de sustancias dominantes. Esta tendencia permite delimitar con mayor claridad y consistencia el núcleo del problema desde una perspectiva epidemiológica y estadística.
Sedantes, disolventes y alucinógenos: un problema menor, pero persistente
Aunque su incidencia es baja, sustancias como los sedantes, disolventes, inhalantes y alucinógenos siguen registrándose en los ingresos a rehabilitación, cada una con menos del 1 % del total mundial. Su presencia constante indica que, si bien se trata de consumos minoritarios, no deben ser ignorados.
Asimismo, el grupo de "otras sustancias" representa un porcentaje considerable, reflejando casos que escapan a las categorías principales y que también requieren atención especializada.
Palabras clave: opiáceos, anfetaminas, cannabis, tratamiento