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`Seguimos sin una estrategia nacional unificada y financiada para el tratamiento de la obesidad como enfermedad crónica´

Artículo revisado por nuestra redacción
El tratamiento de la obesidad avanza hacia un enfoque más personalizado, con base fisiopatológica y vocación preventiva. Esta será una de las ideas clave que articularán el 66º Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), que tendrá lugar en Granada del 15 al 17 de octubre.
Así lo explica la Dra. Ana de Hollanda, endocrinóloga del Hospital Clínic de Barcelona y miembro del Comité del Programa (Nº de colegiada: 080844656), quien destaca que el abordaje de esta enfermedad compleja se presentará de forma amplia y multidisciplinar, acorde con su naturaleza biológica y clínica.
Entre los temas centrales del programa, los agonistas del GLP-1, con especial atención a sus efectos más allá del control glucémico y ponderal, incluyendo su impacto sobre la masa ósea y muscular. También se abordarán retos clínicos como el manejo de la obesidad en personas con diabetes tipo 1 y en adolescentes y el papel de los factores genéticos frente a los ambientales.
"El congreso destacará la innovación terapéutica, desde las nuevas combinaciones farmacológicas en investigación hasta técnicas endoscópicas emergentes y propuestas de terapia génica para complicaciones asociadas", resume.
Además, se explorarán temas transversales como los trastornos de la conducta alimentaria y el papel del secretoma cardíaco en la salud metabólica global.Uno de los aspectos que más preocupa a la Dra. De Hollanda es cómo los entornos moldean, a menudo sin que lo percibamos, nuestros hábitos y estilos de vida.
"Los determinantes sociales y ambientales son una pieza clave, muchas veces subestimada, en el origen y perpetuación de la epidemia de obesidad", asegura.
Entre los factores que menciona están el acceso desigual a alimentos saludables, la dificultad para realizar actividad física, el nivel educativo, el estrés crónico, los ritmos de vida urbanos o la inseguridad económica. Insiste en que "no se trata solo de decisiones individuales, sino de contextos que favorecen o dificultan opciones saludables". Asevera que, "hoy, vivir en un ambiente obesogénico es más la norma que la excepción".
La obesidad, además, no se distribuye de forma aleatoria. "Afecta con mayor frecuencia a personas en situaciones de mayor vulnerabilidad social", advierte.
Por ello, pide políticas estructurales que vayan más allá de la intervención clínica. Desde un urbanismo que fomente la movilidad activa hasta fiscalidad saludable, educación nutricional desde edades tempranas o regulación de la publicidad alimentaria.
"No podemos seguir responsabilizando únicamente al individuo de un problema que es colectivo y ambiental. Entender esto es esencial para plantear soluciones sostenibles y aplicables a gran escala", reivindica.
En España se han impulsado algunas iniciativas que van en esa dirección. Programas como el Plan Estratégico de Salud y Nutrición, la Estrategia NAOS o el plan En Plan Bien, desarrollado con el apoyo del Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil y la Gasol Foundation, buscan incidir en la prevención, los hábitos saludables y la intervención comunitaria.
Este último contó con la colaboración de la SEEN en su diseño. Sin embargo, la especialista alerta sobre las carencias en el ámbito asistencial.
"Seguimos sin una estrategia nacional unificada y financiada para el tratamiento de la obesidad como enfermedad crónica", lamenta. Subraya que no hay financiación para los tratamientos farmacológicos, que el acceso a la cirugía bariátrica es muy desigual y que los circuitos asistenciales varían enormemente entre comunidades. "Muchos profesionales reclaman la creación de rutas clínicas claras y recursos estables", añade.
Mientras tanto, la ciencia continúa aportando claves para un abordaje más preciso. "Una parte significativa del riesgo de desarrollar obesidad está determinado genéticamente, entre el 40 hasta el 70%, y en casos concretos, más aún, como en las formas monogénicas por mutaciones en el gen de la leptina o del receptor MC4R", comenta.
El desarrollo de tratamientos como la setmelanotida para mutaciones específicas marca el inicio real de la medicina de precisión en este ámbito. Igualmente remarca la importancia de la epigenética, que estudia cómo factores ambientales como el estrés o el sueño modulan la expresión de nuestros genes.
De acuerdo con sus palabras, "esto explica, por ejemplo, por qué personas con una predisposición similar pueden evolucionar de forma muy distinta según su entorno". El futuro, afirma, pasa por integrar datos genéticos, epigenéticos y clínicos para predecir qué pacientes tienen mayor riesgo, qué tratamientos serán más eficaces y qué intervenciones serán más seguras.
Palabras clave: obesidad, estrategia nacional, TCA