PUBLICIDAD

Me Gusta   0 0 Comentar  0 0

Dinámicas maternas perjudiciales: un enfoque psicológico y práctico

Fecha Publicación: 21/07/2025

Autor/autores: Rebeca Vidal Rodríguez
  Seguir al autor

Resumen: La figura materna tiene un papel determinante en la construcción emocional de los hijos. Sin embargo, cuando la maternidad se ejerce desde patrones de control, manipulación o invalidación emocional, se generan heridas profundas que pueden prolongarse hasta la adultez. Este artículo explora el fenómeno de las dinámicas maternas perjudiciales, sus consecuencias psicológicas y ofrece casos prácticos y herramientas terapéuticas para su abordaje.

1. Introducción

En muchas culturas, la maternidad es idealizada como una fuente incondicional de amor y protección. No obstante, esta imagen puede ocultar realidades complejas en las que la figura materna, lejos de proporcionar seguridad emocional, se convierte en un agente de sufrimiento psicológico. Este fenómeno, a menudo silenciado por tabúes culturales, merece una reflexión profunda desde la psicología clínica.

2. ¿Qué entendemos por dinámicas maternas perjudiciales?

No se trata de madres “malas” en sentido absoluto, sino de conductas y patrones repetitivos que generan daño emocional en sus hijos, ya sea por control excesivo, victimismo, negligencia afectiva o chantaje emocional. Estas actitudes no siempre son conscientes, y pueden estar motivadas por traumas no resueltos de la propia madre.

3. Características comunes de una relación materna tóxica

  • Control excesivo: imposición de decisiones, invalidación de autonomía.
  • Manipulación emocional: uso de la culpa o el miedo para influir en la conducta del hijo.
  • Victimización constante: posicionarse siempre como la sufrida para evitar confrontación.
  • Celos o competencia: rivalidad con hijas/os, especialmente en la adolescencia.
  • Falta de empatía: minimización de emociones, burlas o indiferencia ante el dolor ajeno.

4. Casos prácticos

Caso 1: Ana, 29 años

Ana vive con una ansiedad constante y siente culpa al tomar decisiones personales. En terapia, identifica que su madre le exigía constantemente ser “perfecta” y “la hija ejemplar”, criticando cualquier fallo como una traición. Esta presión la llevó a desarrollar un perfeccionismo patológico.

Caso 2: Lucas, 35 años

Lucas corta relaciones amorosas ante cualquier conflicto mínimo. Su madre intervenía constantemente en sus vínculos, cuestionando las parejas y asegurando que “nadie lo querrá como ella”. El vínculo simbiótico creó una dependencia afectiva tóxica que aún arrastra en su vida adulta.

5. Consecuencias psicológicas a largo plazo

6. Caminos para sanar

Aunque no se puede cambiar el pasado, sí es posible reparar las heridas emocionales a través de:

  • Psicoterapia: abordajes como la terapia cognitivo-conductual, terapia sistémica o terapia del trauma.
  • Reeducación emocional: identificar patrones aprendidos y construir nuevos esquemas afectivos.
  • Establecer límites: físicos, emocionales y comunicacionales con la figura materna.
  • Grupos de apoyo: compartir experiencias con otros que han vivido situaciones similares.

7. Conclusión

La relación madre-hijo no siempre es fuente de salud emocional. Reconocer las dinámicas perjudiciales no es un acto de ingratitud, sino un paso necesario hacia la libertad personal. Hablar, poner nombre, sanar y romper ciclos son decisiones valientes que nos acercan a relaciones más sanas, equilibradas y auténticas.

“Sanar no es culpar al otro, es liberar el poder que le dimos para dañarnos.”


Palabras clave: madres narcisistas
Tipo de trabajo: Post/Entrada de Blog
Área temática: Psicología general .

Universidad de Psicología de Salamanca

Comentarios de los usuarios



No hay ningun comentario, se el primero en comentar

Articulos relacionados