EN BÚSQUEDA DE DIAMANTES

Al orgasmo dentro de la relación sexual sí puede llamársele la joya, el éxito e, incluso, el fracaso cuando no se llega a él —puede haber un tercer tipo: quienes lo han vivido—; pero acá es el foco de interés hablar de la búsqueda de esos orgasmos que, como diamantes, brillan inalcanzables para algunos y difíciles de logar para otros; el orgasmo simultáneo.

En cualquiera de los casos, no es la única joya en las riquezas sexoafectivas del orgasmo. Aunque el orgasmo simultáneo es el máximo sentido hedonístico, biológico y de acople en la pareja, no es el único, ni ha de ser la obsesión de algunas parejas. Esa búsqueda es hermosa, pero no necesaria; ya que crear esa necesidad se convertiría en ansiedad, uno de los peores enemigos de la sexualidad. No debe haber frustración de no coincidir. Mientras el orgasmo llegue de forma gratificante, es la finalidad principal de un coito o de unas caricias que permitan también conseguirlo.

El orgasmo simultáneo debe ser sustancial, y, sobre todo, una brillante forma de sexo para quienes lo tengan y disfruten valorándolo. Para quienes no, una simple aventura cómplice para entrar en la mina de la imaginación y la voluptuosidad.

Entrevista en Caracol Radio (Colombia) al sexólogo Carlos Pol Bravo. (a partir de minuto 2:49)